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Domingo 12 de Junio de 2011 01:18

No es una vaca cualquiera

Se trata del primer ejemplar bovino clonado transgénicamente en la Argentina y que fue dado a conocer por el ministro Domínguez este jueves
La presidenta, a través de una videoconferencia con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, y el presidente del INTA, Carlos Casamiquela, presentó a “Rosita-ISA”, el primer bovino genéticamente modificado del país, que en su edad adulta producirá leche semejante a la materna.

El acto tuvo lugar desde la Estación Experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en Balcarce (Buenos Aires).

Durante el encuentro, Domínguez remarcó la labor de los investigadores que llevaron adelante este trabajo.

“Estamos orgullosos de contar en nuestro país con los profesionales y el nivel científico tecnológico que nos garantizan que la Argentina está a la altura de las demandas internacionales”, sostuvo el ministro.

Además, señaló que “consideramos al INTA como un actor principal para promover la investigación y el desarrollo científico y tecnológico en nuestro país”.

“Incorporaremos en el INTA más de 500 becarios menores de 35 para lograr la igualdad social necesaria para que nuestros jóvenes obtengan los conocimientos necesarios”, dijo.

Este logro se produce mediante un trabajo conjunto realizado por el INTA y la Universidad Nacional de San Martín (USAM), que consiguieron, por primera vez en la historia mundial, incorporar en un bovino dos genes humanos que codifican dos proteínas presentes en la leche humana y que resultan de gran importancia para la nutrición de los lactantes.

Estas proteínas son la lactoferrina y la lisozima humanas, que tienen funciones antibacterianas, de captura de hierro y, además, son inmunomoduladores, según reconocen los médicos veterinarios Germán Kaiser y Nicolás Mucci, investigadores del Grupo de Biotecnología de la Reproducción del INTA Balcarce.

Junto con el biotecnólogo Adrián Mutto, investigador del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de San Martín y Conicet, los tres jóvenes científicos son los que impulsaron la tarea.

“Esta meta alcanzada a través de un trabajo mancomunado entre un organismo del Estado y una Universidad pública nos permite construir en perspectiva una mirada más que alentadora del futuro para un sector fundamental para la Nación, como es el sector agropecuario”, destacó Domínguez.

Para la procreación de la ternera se utilizaron dos células transgénicas con las proteínas de interés y la clonación por transferencia de células somáticas.

La obtención de estas células, con genes humanos incluidos en su ADN, se logró con métodos de ingeniería genética.

El nombre Rosita de la ternera lo anunció durante su visita a Roma, Italia, la presidenta y el acrónimo ISA, surge de las iniciales del INTA y de la Universidad de San Martín.